CONCLUSIÓN

El método de las hermanas Agazzi se basa en la libertad, espontaneidad, creatividad y experiencia personal. Además, la enseñanza debe cubrir todos los aspectos del niño basándose en el principio de globalización, dejandolo que conozca por su propia naturaleza.

En la escuela se ha de trabajar a partir del "museo", objetos que los niños manipulan con frecuencia y que les son de gran valor afectivo. Es importante para ellos el orden de tipo material moral. Se han de distribuir en un aula de tipo circular, facilitando la comunicación entre los niños y la educadora para que este ambiente enriquecedor contribuya al aprendizaje. Y por último, en lo que se refiere a la personalidad, se han de cuidar los aspectos físicos, intelecto y ético-social (orden y disciplina).

Las hermanas han dejado gran rastro en la historia de Italia para la reforma de la educación infantil. La casa de Mompiano ha servido de modelo a otros jardines o escuelas que se levantaron con el nombre de las hermanas Agazzi ( se denominan Escuelas Agazzi). Muchos centros en todo el mundo han aplicado este método, pero dando gran importancia a las actividades cotidianas y rutinarias (alimentación, higiene, vestirse...), al ambiente escolar o continuidad entre el colegio y la escuela. Ellas le daban una gran importancia a los materiales de desechos, para que los niños pudiesen traer cualquier cosa desde casa (cartón, botellas de plástico...) al igual que con materiales naturales (piedras, hojas secas...). Sin embargo, en España es donde menor influencia hay de este método, pero existe dos cosas que se las debemos a las Agazzi; el uso de contraseñas y el reconocimiento de cierta función maternal de las educadoras infantiles.